TIEMPO DE ADVIENTO

MIKE MOYERS

Suelen distinguir los expertos entre “adviento” y “futuro”. El futuro desvela las posibilidades inéditas del presente y del pasado. El futuro deviene, desarrolla, explicita, aquello que anteriormente estaba sembrado. Por eso, es posible hacer futurología –aunque sea con mayor o menor acierto-. Quienes conozcan adecuadamente el presente y el pasado pueden deducir aquello que el futuro nos puede deparar. En este sentido, la inteligencia artificial predice y puede predecir el futuro. 

El “adviento”, sin embargo, es pura gracia, es novedad absoluta. No tiene gérmenes previos. Por eso, el adviento es “porvenir”:  aquello, impensable, que se nos concede sin trabajarlo, ni merecerlo. “Adviento” es sorpresa, milagro.

El gran Adviento, preparado y nunca merecido, aconteció cuando “la Palabra se hizo carne”, cuando “Dios envió a su Hijo nacido de mujer”. Aquel momento en que “tanto amó Dios al mundo, que nos entregó a su Hijo único”.

El tiempo litúrgico que iniciamos nos abre a la sorpresa, a lo imprevisible, que lo fue en el pasado y lo sigue siendo en el presente. 

Cuatro domingos con sus semanas nos son concedidos para acoger lo que ni el ojo vió, ni el oído, ni la inteligencia humana puede comprender. He aquí como yo titularía cada uno de los domingos de este Adviento 2023:

  • El primer domingo: “despertar la Pasión de la esperanza”. 
  • El segundo domingo: “El Mebasser y sus buenas noticias.
  • El tercer domingo: “el rostro de la alegre esperanza”.
  • El cuarto domingo: “Sorpresa de Dios”

Abrámonos a la experiencia de este nuevo Adviento que se nos concede. Entremos en la Escuela de la Esperanza y aprendamos, domingo a domingo la lección.

John Rutter – Look at the world
Para meditar

Mira el mundo
Todo lo que nos rodea
mira el mundo
Y maravíllate te cada día.
Mira el mundo
Tantas alegrías y maravillas, tantos milagros,
a lo largo de nuestro camino.

Alabado seas, oh Señor, por toda la creación.
Danos corazones agradecidos para que podamos ver
Todos los regalos que compartimos y cada bendición.
Todo viene de ti

Mira la tierra
Produciendo frutos y flores
Mira al cielo
El sol y la lluvia

Mira las colinas
mira los árbolas y las montañas.
valle y río que fluye
campo y llanura.

Alabado seas, oh Señor, por toda la creación.
Danos corazones agradecidos para ue podamos ver
todos los regalos que compartimos y cada bendición.
Todo viene de ti
Piensa en la primavera
piensa en el calor del verano.
¡Todo viene de tí

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