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LA SABIDURÍA: EL TESORO MÁS VALIOSO, Domingo 28, ciclo B
Esta homilía explora el concepto de la Sabiduría como el tesoro más valioso que el ser humano puede alcanzar.
Se divide en tres partes:
- La Sabiduría personificada
- Jesús, encarnación de la Sabiduría
- Vivir “sabiamente”: seguir a Jesús
La Sabiduría Personificada
La Sabiduría es el bien supremo, más valioso que todos los tesoros materiales. Es aquello que da al ser humano una dignidad y esplendor superiores a la belleza y la salud. Es la luz que nunca se oscurece y llena la vida de energía y plenitud.
Muchos se conforman con lo finito y limitado, sin atreverse a soñar con lo “imposible”. Pero los grandes sabios y santos nos muestran que “otra forma de ser humano es posible” al estar conectados a una Realidad trascendente.
La Sabiduría es el don más valioso, que hace que quienes la poseen sean seres “excepcionales” y plenos, sin importar su situación material.
Jesús: la encarnación de la Sabiduría
La Sabiduría divina está detrás de la creación del universo, y nos permite comprender el sentido de la vida y del corazón humano.
Jesús de Nazaret es la personalización y encarnación de la Sabiduría divina entre los seres humanos. Jesús invita a seguirlo como el único tesoro, pues al vivir con Él y hacer realidad su mensaje, se encuentra la verdadera Vida.
Vivir “Sabiamente”: Seguir a Jesús
Jesús es el tesoro que nos da la vida y la felicidad. Lo encontramos cuando forma parte de nuestra esencia, cuando no podemos vivir sin Él y su presencia nos ilumina.
Muchos hemos conocido a Jesús y empezado a seguirlo. Pero es fácil distraerse, enfriar la relación con el Señor. El trabajo nos impide orar, la comodidad nos lleva a guardarnos algo para nosotros mismos. Esto nos aleja de Él.
Olvidar a los más necesitados, a los que excluimos, nos aleja de Jesús. Él quiere nuestra intimidad. Jesús crea una relación personal donde ocurre el milagro de nuestra transformación. Esto nos impulsa a una “misión” apasionada, una razón para vivir.
La frase “véndelo todo” nos muestra la importancia de estar completamente dedicados a Él, sin concesiones, con total fidelidad.
Conclusión
- Inicio del Camino: Seguir a Jesús es un camino, un proceso, una andadura. La intimidad con Él va creciendo cada día.
- Crecimiento en la Fe: Su presencia es cada vez más intensa. Nuestra forma de ser y nuestras relaciones se van transformando a su imagen.
- Transformación Final: La sabiduría y el amor se apoderan de nosotros.
Quizá al final nos pase lo que le pasó al monje del cuento: llegó al cielo y le preguntó a Jesús: “¿Quién eres?”. Varias veces se le había negado la entrada por su respuesta: “Soy yo” decía. Pero se le abrieron las puertas del cielo, aquel día en que -después de vivir humildemente enamorado- murió y pudo responder: “¡Soy TÚ, Señor!”.
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¡BELLA… PERO DIFÍCIL FIDELIDAD! Domingo 27 del tiempo ordinario, ciclo B.
La partitura que el Creador ofreció al primer hombre y la primera mujer fue bellísima: “a imagen y semejanza de Dios”. Tras el primer pecado se volvió difícil, muy difícil de interpretar y no todos lo consiguen.
Dividiré esta homilía en cuatro partes:
- ¡No conviene que el hombre esté solo!
- En momentos difíciles… perseverantes en el sufrir
- ¡Al principio no fue así!
- Fidelidad: ¡cuidados extra!
¡No conviene que el hombre esté solo!
Nuestro Creador lo comprendió desde el primer momento que el ser humano -Adam- -ser inteligente y afectivo- no debería vivir en soledad: ¡necesitaba una ayuda adecuada! Adán había dado nombre a todos los animales de la tierra y el cielo. Todas esas criaturas tendrían un “nombre humano”. Pero Adán no encontró ningún animal que capaz de acompañarlo en la aventura de su vida. Entonces intervino el Creador: extrajo de la unidad la dualidad: al contemplarla Adán exclamó: “¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne!”.
Y la consecuencia de ello fue un “… y por eso el varón dejará a su padre y a su madre y “se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne”. Y así hizo surgir el Creador la maravilla del matrimonio, que ha dado lugar a una humanidad hoy de más de 8.000 millones de seres humanos.
En momentos difíciles… perseverantes en el sufrir
La segunda lectura -un breve texto de la carta a los Hebreos- nos transmite una enseñanza enormemente importante para las parejas: habrá momentos en los cuales la convivencia se vuelva muy difícil: convivir no es solo gozar, también sufrir, porque somos distintos. A la pareja se le propone el ejemplo de Jesús, quien tras mucho sufrir fue coronado de gloria. Sacrificarse por otro es un germen de vida y de reconciliación. Mediante el sufrimiento nos perfeccionamos. ¿No ocurre eso en los atletas? ¿Por qué no puede acontecer también en cada pareja, en cada matrimonio?
¡Al principio no fue así!
Sobre muchas parejas en trance de divorcio podría repetirse el texto del evangelio de Marcos hoy: ¡al principio no fue así! Y Jesús lo ratifica: “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”. Estas palabras no son una ley fría, sino una promesa, una realidad posible. Al ser humano le corresponde no imposibilitar, con su falta de fe y su descompromiso, el don que le ha sido concedido. ¡Lo demás depende de Dios! ¡Hay dejar protagonismo a Dios en la relación de pareja!
Jesús invita a dejarse unir por Dios, a descubrir a aquella persona, en la cual cada ser humano encuentra su “ayuda semejante”. Puede haber alucinaciones, percepciones inadecuadas, pasos precipitados… Hay que saber discernir qué es “lo que Dios ha unido”. Bendecir aquello que Dios “no ha unido” es una profanación. La belleza del Sacramento del Matrimonio está precisamente en transparentar la bendición de Dios ante aquella pareja que Él ha ido uniendo a través de la aventura y el romance amoroso.
Nuestro Dios Creador y Redentor no quiere que el ser humano esté solo. Por eso, toda vocación humana lleva en sí las semillas de la comunión: amistad, eros, solidaridad, filantropía y caridad. El Amor nos saca de la nada. Completa la creación del ser humano.
Fidelidad … cuidados “extra”
El amor requiere cuidados “extra”. La cuidadora del frágil y poderoso amor se llama “Fidelidad”. La fidelidad no juega, no se despista. Es amiga de la profundidad; descubre el todo en el fragmento; es agradecida y no reivindicativa; cultiva la finitud para descubrir en ella toda la trascendencia.
¿Qué ocurre cuando Dios es acogido en las relaciones afectivas y amorosas? San Agustín decía que “las mejores amistades son aquellas que Dios aglutina”. Un día me dijo un joven -muy enamorado de su novia- con la que se iba a casar unos días después: “¿qué haré para no perderla?”. Lo único que se me ocurrió decirle fue: “Rezad juntos el “padrenuestro”… “¡no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal!”. Y es que “lo que Dios ha unido…” y sigue uniendo… siempre tiene futuro.
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HACIA UNA “VIDA CONSAGRADA” “SOSTENIBLE” – Capítulos Generales 2025ss
Un Capítulo general que tenga lugar en esta época (+2025) debe plantearse un tema fundamental e ineludible: ¿cómo orientar el Instituto hacia “una vida consagrada sostenible”? ¿Cómo plantearse hoy la “sostenibilidad”, cuyo nombre cristiano es “la providencia de Dios sobre la obra de sus manos”?
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¡CELOS, ESCÁNDALOS Y RIQUEZAS!, Domingo 26 el tiempo ordinario, ciclo B
Hay grupos y personas en nuestra sociedad con un notable complejo de superioridad: pensemos en personajes públicos, en personas pertenecientes a un partido político o a un movimiento eclesial… o personas con una cierta autoridad… El mensaje de las lecturas de este domingo es muy adecuado para estas circunstancias tan frecuentes.
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LA “ESPIRITUALIDAD APOCALÍPTICA”, ALMA DE LA MISIÓN
Decía el escritor francés Péguy que “lo peor no es tener un alma perversa, sino un alma acostumbrada”. Podemos decir también nosotros que “lo peor en la misión no es tener un alma perversa, sino acostumbrada”. Quienes hemos recibido el don de la misión –por parte de Jesús y de su Espíritu- nos volvemos con facilidad rutinarios, perdemos la mística inicial y convertimos la misión en un mero trabajo, ¡sin mística, sin pasión!
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¡EL ÚLTIMO PUESTO! Domingo 25 del ciclo B
El mensaje de este domingo gira en torno a la humildad, el servicio y la sabiduría que viene de Dios, en contraste con la ambición egoísta y la búsqueda de grandeza mundana.
Dividiré esta homilía en tres partes:
- La verdadera sabiduría
- Hacerse el último y el servidor de todos
- Acoger a los pequeños.
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¡NO TIRAR LA TOALLA! Domingo 24 del tiempo ordinario, ciclo B
¿Quién es Jesús? ¡Quien no tira la toalla! El hombre coherente, fiel, que decide vivir según sus más profundas convicciones. Jesús quería eso mismo de sus discípulos.
Dividiré esta homilía en cuatro partes:
- En ciertos temas ¡no se negocia!
- … cuando tiramos la toalla
- Lo innegociable
- La fidelidad.
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EL PROCESO CURATIVO… POR CONTACTO, Domingo 23 del tiempo ordinario, ciclo B
En nuestras grandes y esplendorosas celebraciones litúrgicas, el sordomudo de la Decápolis -del que hoy nos habla el Evangelio de Marcos- resultaría anti-estético e incómodo: por su limitación física y sus complejos. Sin embargo, hoy Jesús lo pone en el centro de nuestra consideración. Y también la carta de Santiago nos invita a poner en el centro de nuestras celebraciones a los más pobres. ¿Por qué?
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DISTINGUIR LO BUENO DE LO MALO: ¿relativismo o absolutismo moral? Domingo 22, ciclo B, del tiempo ordinario
Distinguir lo bueno de lo malo no es tan fácil. Cada generación tiene su propia sensibilidad ética y moral. El bien y el mal son tan misteriosos que ninguna generación será capaz de captar todo su misterio. Unos hablan peyorativamente del “relativismo moral”. Otros presumen de su “absolutismo moral”. ¿Qué nos dice hoy la liturgia? ¡Esa es la clave!
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