“Del misterio que seduce, la identidad que desafía, el rechazo que brutaliza… ahora: la bendición que transforma.”
TE BENDIGO….
“Primer día del año. ¿Sabes cuál es el primer mensaje de Dios para ti? No es ‘esfuérzate más’. No es ‘ponte metas imposibles’. Es algo mucho más poderoso: “‘Te bendigo.'”
En el libro de Números escuchamos la bendición más antigua del mundo: ‘Que el Señor ilumine su rostro sobre ti, que te mire con amor y te conceda la paz.'”
“Tres veces se repite el nombre de Dios. Tres veces nos bendice. Y aquí está el giro: Dios no espera a que seas perfecto para bendecirte. Te bendice primero.”
VER EL ROSTRO DE DIOS
Ver el rostro de Dios… y todo lo demás basta.’ Esa es la mayor bendición. Y en Navidad vimos ese rostro: un bebé en un pesebre. Nada espectacular para el algoritmo.
“Los pastores corrieron y encontraron exactamente eso: Dios haciéndose pequeño para bendecirnos de cerca. Al octavo día lo circuncidan. Su nombre: Yeshua, Josué. El que introduce en la tierra prometida. El Creador… ahora el Liberador.”
¿Y María? ‘Guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón.’ No las publicó al instante. No las compartió en stories. Las guardó. Las procesó. Las vivió.” ¡Eso es sabiduría espiritual!
ERES BENDICIÓN
“Este 2026, hagamos algo diferente: No solo pongas metas. Reconoce primero la bendición que YA eres.”
“No solo corras detrás del éxito. Detente como María y medita qué está haciendo Dios en tu vida. No esperes a diciembre para agradecer. Empieza hoy, ahora, aquí.”
“La bendición de Dios ya está activada sobre ti. No necesitas ganártela. Solo recibirla, vivirla, compartirla. Que el Señor ilumine su rostro sobre ti y te conceda paz.”
“2026: El año en que creíste en la bendición. Amén.”
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