Fui invitado a celebrar la Eucaristía del tercer domingo de Cuaresma en la cripta de la catedral de Shillong (Nordeste de India). La Iglesia estaba abarrotada de fieles, pero la mayoría jóvenes, con una presencia equilibrada de mujeres y varones. La Eucaristía se celebró en la lengua “garo” (una de las lenguas de las tribus de esta zona). El presidente de la concelebración me pidió que yo hiciese la homilía, pero también le pidió a una joven religiosa que, desde el ambón, tradujera mis palabras del inglés al “garo”. Hubo una sintonía perfecta. A través de “su mediación” fue posible mi comunicación con aquella preciosa comunidad de creyentes. Pero ¿no hay que decir también, que aquella que es capaz de traducir las palabras de un presbítero para la comunidad cristiana, es capaz de traducir y exponer la Palabra de Dios para la misma comunidad cristiana? ¡Son tantas las mujeres, nuestras hermanas que reciben el don de interpretación de la Palabra, que están magníficamente preparadas, que la hacen llegar al corazón de la gente! Si la madre Iglesia confía en sus presbíteros, ¿porqué no va a confiar en sus fieles? Sigue leyendo →
Me encuentro en la India. El reloj de la población mundial me dice que en este momento los habitantes de este país son 1,293,200 (24.02.2016, a las 07.57 hora local). Y me pregunto: ¿cuál será el principio que mantiene unida en una sola nación a esta inmensa y variadísima masa humana? Sé que son muchas las explicaciones que se ofrecen, pero ¡qué genialidad haber encontrado un principio de unión y de convivencia ante una biodiversidad humana tan gigantesca!
Desde aquí, pienso en mi patria, España. Según el reloj de la población mundial, ahora somos 47.886 125 de habitantes. Sigo parcialmente sus noticias políticas, sus debates. Y, desde esta latitud, contemplo un país donde hay muchas heridas que no logran cicatrizar; donde hay grupos con una determinada identidad cultural que no quieren seguir en alianza con los otros. Se constata el hecho del deseo de secesión; pero también nos preguntamos ¿porqué? El riesgo de divorcio -primero sentimental y después jurídico- es ya una realidad. Y se están dando pasos muy serios en esa dirección. Sigue leyendo →
En la bula “Misericordiae Vultus” el Papa Francisco nos invita a celebrar el Sacramento de la Misericordia. Y ofrece también indicaciones muy precisas para que los Confesores lleguen “a serlo” de verdad según el estilo de las parábolas del Padre del Hijo Pródigo y del buen Samaritano.
Pero quizá no hemos reparado suficientemente en el valor de la fórmula sacramental que el presbítero recita y en la que él es re-ubicado en un conjunto simbólico y misterioso.
El presbítero no es el dueño del Sacramento. Ha de aprender a formar parte del acontecimiento sacramental.
Y quien confiesa su pecado ha de reconocer en qué misterioso espacio es acogido.Sigue leyendo →
¿Qué religiosas o religiosos, qué comunidades, que provincias están dispuestas a colaborar en este gran proyecto eclesial de “Ecclesia in Europa”? ¿En qué medida? ¿En qué ámbito, la proclamación, la celebración, el servicio, la creatividad?
¿Cómo configurar nuestra misión en Europa desde lo que hoy sería la voluntad de nuestros Fundadores? ¿Nos querría a todos afincados en instituciones permanentes, o itinerantes por Europa, como animadores de comunidades, de movimientos, como misioneros que llegan donde otros no llegan?
¿Qué hacer para estar a la altura de la misión del Espíritu en Europa que requiere de nosotros cualificación espiritual, cualificación intelectual, aprendizaje de modos culturales adecuados que atraigan y no resulten repelentes? ¿Dónde encontrar lo más urgente, oportuno y eficaz?
¿Cuándo decimos Europa, a qué nos referimos? ¿Qué países excluimos ya de principio y porqué?
¿Estamos donde el Espíritu quiere que estemos? ¿Qué hacer para revivir en nosotros la espiritualidad escatológico-apocalíptica que nos sugieren las misteriosas Apariciones de María en Europa?Sigue leyendo →
Esta mi felicitación navideña. Dedica unos momentos a escuchar, contemplar y dejarte impresionar por una de las más bellas canciones. Ver la Navidad con los ojos de María y las preguntas de los creyentes.
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Constantemente nacen seres humanos en nuestro planeta. Se calcula que 253 cada minuto, 15,181 cada hora, 364,335 cada día. Es la “Navidad que no cesa”. Y vienen a nuestra casa, a nuestra tierra: “hermana común con la cual compartimos la existencia”, “madre bella que nos acoge entre sus brazos” (Laudato Si).
Asistimos estos días a un interesante y preocupante espectáculo mediático: la confrontación entre diversos líderes políticos que pretenden ganar las elecciones y con ellas el poder de dirigir la nación. Los medios de comunicación permiten que ese estado de confrontación llegue a todos los rincones de nuestro país. Eso mismo se reproduce en la Iglesia, en la Vida consagrada, quizá a niveles más discretos. Lo que sí es cierto es que se extiende y crece por doquier el reino de los inmisericordes y despiadados. ¿Será posible entrar por las puertas de la misericordia en este año jubilar? ¡Así no podemos seguir! La falta de misericordia hace crecer los desiertos interiores, la tristeza, y paraliza o destruye muchas energías que nos son necesarias para generar una nueva sociedad civil y religiosa. Sigue leyendo →
Han sido varios los escritos que en estos últimos tiempos han publicado supuestos datos y documentos sobre la avaricia y el culto al dinero dentro de la Iglesia (el Vaticano, algunas diócesis, algunos institutos religiosos). Más allá de las artes cómo se ha conseguido esa documentación y la intencionalidad de tales publicaciones, lo cierto es que el Papa Francisco ya proclamó ante el mundo, a poco de ser elegido: “Quiero una Iglesia pobres y de los pobres”. El dinero es adictivo, y nos transforma fácilmente en personas corruptas y perversas. La corrupción es “como el azúcar, que vuelve diabéticas a las personas y las va matando lentamente” (el Papa en su visita a Kenia). Quienes se dejan avasallar por el dinero y permiten que la avaricia les domine, no son felices. Jesús, nuestro Maestro, proclamó felices, bienaventurados a los pobres. Y Víctor Hugo razonaba así en su famosa obra “Los Miserables” (1862): “La primera prueba de la caridad en el sacerdote, y sobre todo en el obispo, es la pobreza”. Conviene que de nuevo meditemos sobre esta bienaventuranza y su malaventuranza: la idolatría del dinero. Sigue leyendo →
De vez en cuando Europa está de luto… muy triste. En miles de hogares hay personas que lloran desconsoladas porque han perdido a quien amaban.
¿Por qué maldición ha de interrumpirse así el derecho a vivir de tantas y tantas personas? ¿Qué demonio está apoderándose de nuestra humanidad en este tiempo atroz?
Se interrumpe la vida de centenares de personas inocentes (adultos, jóvenes y niños), cuando el día más inesperado un avión de pasajeros es estrellado contra una montaña por un piloto alienado y suicida.
Se interrumpe la vida de centenares de personas inocentes, cuando otro día un avión estalla en pleno vuelo a causa de una bomba disimulada tras uno de los asientos de pasajeros.
Se interrumpe la vida, cuando un viernes por la noche ciudadanos pacíficos comienzan su fin de semana y unos exterminadores siegan sus vidas en la ciudad de la luz, París
Y yo me pregunto:
¿dónde estabas Dios nuestro? ¿No eres tu el que cuida de su pueblo el que protege a su escogido, el que siente ternura por sus fieles?
Y en mi silencio escucho a alguien cantar: “Yo ví llorar a Dios”, o a una joven periodista en el campo de concentración de Auschwitz escribir: “¡tengo que ayudar a Dios!” (Etty Hillesum).
No es éste el momento de enfrentarnos entre nosotros y acusarnos mutuamente por las consecuencias nefastas de nuestras diferentes ideas políticas.
No es éste el momento para justificarnos nosotros y condenar a los demás
Ni es el momento de cultivar en el corazón sentimientos de venganza.
Es el momento del silencio doloroso, del duelo, de la lamentación. Es el tiempo propicio para conectar con el Misterio de la iniquidad y sentir su horror.
¿No lo hemos escuchado esta mañana en la Eucaristía? ¡Jesús llora sobre Jerusalén! ¡Jesús llora sobre París! ¡Jesús llora sobre Siria! ¡Jesús llora sobre las caravanas de desplazados y expulsados de su tierra, de sus casas! ¡Jesús llora sobre el cementerio del mediterráneo!
Y nosotros queremos compartir su llanto. Y suplicarle más que nunca. ¡Ven, Señor Jesús! Marana Tha! Y tras el luto y la oración intercesora, que tengamos la fuerza para “salir” al encuentro para proteger, cuidar, sentir ternura y unir a los hijos e hijas de Dios dispersos y enfrentados. Con más pasión y decisión que nunca digamos: ¡Venga a nosotros tu Reino! ¡Líbranos del Mal!
Frederic Laloux ha publicado una excelente obra que me ha llamado la atención. La titula “Re-inventing organizations” (re-inventar las organizaciones). Ofrece en ella una visión holística, y por lo tanto, espiritual también. Responde a las ansias de no pocas personas de pertenecer a organizaciones con alma, con espíritu, dedicadas a luchar por una causa, en las que todos se sientan co-protagonistas. Me ha parecido una excelente propuesta ante el panorama político, eclesial en que nos encontramos hoy. Y también, una propuesta alternativa a ciertas formas de gobierno, de liderazgo religioso ambiguas y sincretistas. Se trata de las “organizaciones turquesa”. Por eso, comencemos por preguntarnos: ¿de qué color es la organización a la que pertenezco? ¿Disponemos de líderes “turquesa” o rojo, ámbar, naranja, verde?Sigue leyendo →