LA PASIÓN DE LOS PROFETAS, ¿ES MI PASIÓN?

Marc Chagall

Hay personas que han recibido de Dios una visión especial de la realidad política y religiosa. Cuando ellas hablan y actúan desestabilizan el sistema, e incomodan a los dirigentes. Estas personas se oponen al “statu quo”: no quieren dejar las cosas como están. Estos profetas o profetisas invitan a hacer las cosas “de otra manera”. Muchos son los que no están de acuerdo con ellos. Por eso, los persiguen, los silencian y los condenan. ¡Ese es el mensaje que hoy sintetizamos en estas palabras “la pasión del profeta”!

La visión-pasión de Jeremías

La visión que el profeta Jeremías tenía de la realidad política y religiosa de Israel no coincidía en absoluto con la visión de los dirigentes políticos y religiosos. Éstos defendían la Alianza con Egipto. El profeta Jeremías defendía -movido por Dios- la alianza con Babilonia. Para acallar su profecía, los dirigentes políticos y religiosos ordenaron romper y destruir la profecía escrita de Jeremías. Pero el profeta le pidió a su discípulo Baruc que la re-escribiera de nuevo.. La acusación contra Jeremías era la siguiente: “¡Desmoralizas al pueblo y a los soldados! Eres un profeta de desgracias”.

Los dirigentes lo arrojaron al algibe de Malquias y lo hundieron en el lodo. Ebedmelek el cusita vino a defenderlo y el rey ordenó que lo liberasen. El salmo 39 se cumplió en la vida de Jeremías: “El Señor me levantó de la fosa fatal, de la charca fangosa”.

La visión-pasión de Jesús

También a Jesús le sucedió algo parecido a Jeremías. Él proclamaba que su presencia en la tierra no traería paz, sino división: una división que iba a afectar a las mismas familias. Jesús hablaba, así mismo, de que vino a la tierra a traer fuego. Fuego, en lenguaje bíblico, quiere decir “juicio y condena de Dios sobre las conductas injustas, opresoras, destructivas”. Con Jesús llega la separación entre el bien y el mal, la buena semilla y la cizaña, la sinceridad y la hipocresía. 

Jesús sabe anticipadamente que lo van a bautizar, pero con fuego. Ese es el cáliz que ha de beber. Jesús está dispuesto.“¡Cuánto deseo que arda!”.

Una nube de testigos y seguidores

Ni Jesús, ni Jeremías están solos. “Una nube ingente de testigos los rodea”. La profecía de Jeremías y de Jesús sigue presente en miles de personas a lo largo de la historia, gracias al Espíritu Santo.

Hoy nos preguntamos: ¿tenemos valentía profética para oponernos al imperio del Mal? ¿Condescendemos con lo que hoy defienden las mayorías progresistas o tradicionalistas? ¿Estamos de parte de los profetas?

La visión de Jesús es la única que tiene futuro, que hace viable el futuro de Dios en la tierra. Si por ella sufrimos oposición, no pasa nada. Dios proveerá. “¡Corramos la carrera que nos toca, sin retirarnos!”. No hay que arrojar la toalla. La visión consiste en compartir la visión de Jesús, el iniciador de nuestra fe, nuestro líder. Hay que tener los ojos fijos en Él: “él soportó la oposición de los pecadores: no os canséis ni perdáis el ánimo”.

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